Elaborado por: Asthéneia
A la profesora María de los Ángeles
Como un regalo preciado
Con incontables esfuerzos,
Entre empantanados caminos,
Bajo inclementes lluvias.
Entre nubes de polvo bajo abrazante sol,
La sonrisa inquebrantable de cara a la escuela,
La enseñanza… Su preciada vocación.
Luchando por hacer crecer,
Juntar discrepancias ideológicas,
Con el único fin de aprender a vivir.
La tenacidad en sus palabras para impregnar,
Con su amor a la vida y la esperanza de avanzar,
A las semillas y retoños de una histórica comunidad.
Viajes de odisea en su caballo metálico,
Con botas enlodadas y carpa de heroína,
A la escuela que la esperaba cuan llegada de un ángel,
El camino conocido, los tramos impredecibles,
Derrumbes, retenes… Nada la detenía.
En la institución su amor brillaba, en un saludo,
En un respeto siempre alentador.
La novelesca María de sonrisa inquebrantable,
Supo forjar un legado y dejar gran huella,
Generación tras generación agradece su entrega,
Pasión tras pasión, resiliencia a los tropiezos.
La María siempre estará como eterno personaje,
Su institución la ama, más allá de los años,
Pervivirá inspirando al trabajo docente,
Cuan ángeles de sonrisa inquebrantable.