Revista Versetto

Creemos en el poder que tiene el arte para transformar el mundo con sus vidas, creemos que todas las historias merecen y necesitan ser escuchadas, el o la escritora (el o la que resiste) tiene ese gran poder y lo local debe tener igual valor que lo extranjero o lo clásico. Estamos trabajando para que de las redes se pueda rescatar algo y, nos sirvan para mostrar y revivir la escritura y la lectura de la agonía que atraviesan hoy.

LAS HERENCIAS

Elaborado por: Eduardo Fabián Bermeo Muñoz

Desde que el sol asoma entre los tejados, deja caer una sombra que dibuja manadas de gatos moribundos y trasnochados. Son las 7:00a.m. y el sagrado ruido-humo comienza a levantarse sobre los asfaltos.

Salir a buscar qué comer, es perderse y envenenarse con un poco de todo:

Por los fanáticos y su maní con coco, por los uniformados alegando ventas, por los 200 pesos del vagabundo, por el coro a cargo de los hijueputazos antes que los “buenos días“, por la radio-poética que anuncia: “Guerrillero, el ejército nacional va tras usted” por cada atardecer capturado en la cámara de algún extranjero, por cada menú para “indigentes” de 1.500 pesos, por cada perro rociado en agua o aceite hirviendo y por el espléndido color sangre del rio Cauca.

Por eso y por mucho más siéntase afortunado de vivir por estos lados.

Yo, aburrido de ver fachadas blancas a diario, soy sorprendido al escuchar un vecino que pasea por el centro con su mujer. Al pasar por mi lado, se detiene súbitamente mientras la señora pasa de largo; observa casi sin asombro a través de una puerta que deja ver un garaje construido en bareque, cuya altura supera los diez metros. De repente: ― ¡Ja! Dizque patrimonio cultural. Jueputas casas tan feas―. Exclama con tono revolucionario.