Solo basta con mirar hacia al imponente cielo
Que oculta en su grandeza la verdad de la existencia,
Desconocida; pero buscada e inventada por un anhelo
Natural e innecesario, producto de quien piensa.

Pero un fin para la banalidad e inutilidad de vivir
Sería reafirmar el orgullo de creerse superior
Cuando en realidad el mundo muestra sin decir,
Que de tenernos para un fin todo sería mejor.

Que el amor, que dios, que la paz, que el alma
Inventos que envuelven en un mundo imaginario,
En el que de nada sirve el dinero, poder y fama
Porque somos un día más del eterno calendario.

La voluntad ha de movernos para un mismo punto
Incambiable y seguro, de estar vivos el precio real,
Pues ¿Qué más seremos sino un nuevo difunto
Que desaparece un día justo, junto a su mundo ideal?