Elaborado por: Asthéneia
¡Que sola, que débil flor!
Desesperada, sin amor,
Arruinada en el verde campo
Perdida en su ahogante llanto.
Dolorida sin ganas de vivir
Tal desgracia no podía resistir,
Nunca se sentía conforme
Su depresión era enorme.
La tierna lluvia su raíz resecaba,
El sol mañanero su tallo quemaba
La suave briza trizaba su flor,
La luna llena congelaba su olor.
Odiando tanto su follaje fino
Decidió labrar su propio destino,
Dejando la vida volviéndose inerte
Entregándose a la gloriosa muerte.
Dejando todo suspiró profundo
Regresó dolida al alma del mundo
Ignorando que él solitario como ella
La veía hermosa como una doncella.