Elaborado por: Asthéneia
Lenta caminante que te acercas disimulada
Dejándonos deformes sin figura agraciada
Escabulléndote entre las tristezas y felicidades,
Apagas las ilusiones y nuestras vanidades.
Despreciable ramera que yaces en nuestra cama
Atándonos con insegura pero apasionante calma,
Contagiándonos del vano e innecesario descanso
Cobrándonos por tan pueril y sueño manso.
Anhelado tesoro que los nobles esperan encontrar
Su juventud desperdician esperándote hallar
Olvidando que el disfrute ha de ser tan corto
devoras la dulce vida como el tiempo más absorto.
Cuán desgraciado y fatigante ha de ser conocerte
Antes que tomar tu forma me es preferible la muerte
Aborrecería esa edad donde tus insipideces nacen,
Que las maravillas del cuerpo y su belleza deshacen.