Revista Versetto

Creemos en el poder que tiene el arte para transformar el mundo con sus vidas, creemos que todas las historias merecen y necesitan ser escuchadas, el o la escritora (el o la que resiste) tiene ese gran poder y lo local debe tener igual valor que lo extranjero o lo clásico. Estamos trabajando para que de las redes se pueda rescatar algo y, nos sirvan para mostrar y revivir la escritura y la lectura de la agonía que atraviesan hoy.

ASÍ ES MI ODIO

Elaborado por: Yonatan Polindara Moncayo

Odio estar y no poder ser

Siento como el enojo se apoderó de mí;
Caí en un abismo sin fondo; en el creado por mi rencor.
Desde el frío páramo al abismo caí y lo hice sin miedo,
Noche y día cavé mi propio abismo y mi alma no derramó lágrimas…
Ella murió en los fríos páramos.
Orgulloso por desprenderme de esa alma
Impuesta a mí desde la cuna por seres reactivos.
Mi espíritu esbozó una sonrisa,
Así comprendí la dicha de ser un ser para la muerte.
Vi luz en mi abismo, vi claramente que mis semejantes
Eran enemigos noche y día planeando mi muerte,
Noche y día viví con calma.
Cuando mi enojo cubrió mi corazón por completo,
Mi espíritu danzó jubiloso al ver el cordero muerto;
Devorado por mi rencor.
La vida es rencorosa y no me perdona,
Mi espíritu se alimenta de lo problemático,
De lo extraño, de ésta mi existencia.
El perdón se lo otorgó a esa casta sacerdotal y al linaje del siervo:
Mi linaje, mi raza no perdona ni olvida.
Mi corazón no se aplaca ante el abismo y el fuego,
Éste mi espíritu, al temor no le teme, al terror lo aterra;
Ese espíritu aristócrata es el mío.
Mi espíritu escala la montaña de la vida,
Se cansa, exhala y sigue, no mira atrás, no se rompe en llantos
Frente al caluroso abrazo de la muerte.
Ama el combate, ama ver brotar lágrimas de sangre
A quien se acobarda frente al enemigo,
A quien decide escapar de esta temporalidad
Que se desenvuelve en la fenomenología de la carne,
Odia a ese juez altamente injusto,
A ese personaje que no soporta las cadenas
Que lo aprisionan en ésta su tierra.
Se inventan mundos metafísicos desde donde lanzan
Los más perversos prejuicios sobre su madre Gea.
Son flores, raquíticas flores que presumen de una belleza ascética,
Que presumen la fortaleza de papel.
¿Qué será de aquéllos inocentes cuando se enfrenten a las tormentas del sur?
¿Qué será de esos buenos hombres cuando la luz del sol los bañe con todo su vigor?
¿Qué será de esos amantes de la esperanza, cuando las fulgures
De mi amada tierra borren sus esperanzas con la sangre de sus hijos?