Revista Versetto

Creemos en el poder que tiene el arte para transformar el mundo con sus vidas, creemos que todas las historias merecen y necesitan ser escuchadas, el o la escritora (el o la que resiste) tiene ese gran poder y lo local debe tener igual valor que lo extranjero o lo clásico. Estamos trabajando para que de las redes se pueda rescatar algo y, nos sirvan para mostrar y revivir la escritura y la lectura de la agonía que atraviesan hoy.

MÚSICA DE UNA RISA

Elaborado por: Yonatan Polindara Moncayo

La vida es como un niño que juega,
A la guerra, al amor,
Siempre con una seriedad y una honestidad única;
Su risa prevalece aunque el juego lo lastime,
Éste olvida y sigue jugando: reino de un niño.
Con la seriedad con que el niño juega,
Así mismo, yo te amo.
Entre los hombres más educados y pacientes
Que alguna vez te miraron,
Sin duda la mirada del filósofo desnudó tu alma;
A menudo se habla de él,
Como de alguien que ama con fina pasión
Sin traicionar el espíritu del que alguna vez amo en esta tierra.
Es evidente que los parecidos son pocos a mi corazón.
Yo no busco la verdad del concepto amor,
Busco la fantasía de éste en ti,
Busco la mentira más poderosa
Que sea capaz de encadenar mis huellas a las tuyas,
Esclavizaría la humanidad por completo,
Solo por verte sonreír para escucharte reír.
Para amarte tengo que odiarte
Y como no odiar a quien mi espíritu enajenó,
El jardín de mi alma vive marchito,
Vive al borde de la muerte porque riego el tuyo,
Embelleciéndolo. Juliana no sé amar a medias,
Vivó al borde de la muerte,
Al borde de la danza más amarga;
Tu amor vive matándome y tu risa vive reviviéndome,
Tu existencia hace que la mía experimente dolor,
Tu risa que llegue la alegría.
Verás… no eres para mí puro dolor, eres también alegría
¿Música y dolor? ¿Dolor y música?
Tu existencia es necesaria para mí,
Sin ti mi vida oscilaba entre alegría y dolor puro,
Vivía sin vivir, Reía sin sentir,
Amaba sin desear, odiaba sin comprender;
La vida no me satisfacía,
Las paredes de mi cuarto eran cada día más estrechas,
Más frías; era un muerto vistiendo ropa de vivo,
Y entonces…
Te conocí aquella noche sabiendo de inmediato
Que serías el sol que me guiaría en esta oscuridad.